23 febrero 2012

En el viento

Arroparon los días; iluminaron las conversaciones y encendieron las madrugadas; en las tertulias eternas; en una riña apresurada.
En el mármol que asedia la proteína, allí, allí reposan.
Nadie las dice ya, las hojas cayeron, la lluvia resbala, noviembre pasó, diciembre también, enero y su frío, febrero no sé, marzo mañana, abril llegará.

No está nada consentido.
¡Ponte en coche, guapo!
¡Levántate, pájaro!
Allí quedó, esmorecido de la risa.
Voy a suministrar.
¿Vino la Faraona?
¡A valtar el pote!
Estaba azacanado.
¡Ya está bien de esparavanes!

Y la que más extraño:

Déjame que te de un beso.